Dedicado a tus ausencias *

Todo empieza en el mismo instante en el que desapareces tras cualquier esquina.
Dudas (in)necesarias, preocupaciones existenciales sobre si se me ha corrido el maquillaje, qué te habré parecido y si seré lo suficientemente buena (¿para qué?...)
Mi pesimismo existencial no ayuda mucho tampoco. Ya sabes, mis paranoyas sobre que me mientes y que es imposible que a alguien le parezca mínimamente interesante.
¿Quién me va a querer a mí? ¿Por qué? ¿Qué estúpida razón te habrá llevado a decir semejante tontería? ¿Por qué mientes tan bien?
Todo empieza en el momento en el que nos separamos (no sé si te has dado cuenta de que cuando te vas, nunca te giras para mirarme una última vez. No te estoy reprochando nada, simplemente me parece un dato a tener en cuenta... ), es entonces cuando mi mente empieza a digerir todo lo que has dicho. Un tipo duro, sin corazón. Eso a lo único que me lleva es a pensar otra vez que es todo mentira. Que soy un número más en tu lista de chicas a las que llamar cuando te aburres. Que estoy volviendo a caer en otra tela de araña y que además, lo sé y no hago nada por impedirlo.
Entiendo los riesgos de verte, pero sobre todo entiendo los riesgos que empiezan en el momento en el que dejes de querer hacerlo. Entiendo que es muy probable que desaparezcas tan pronto como has llegado a mi vida, dejando otro hueco en mi corazoncito (¿tengo todavía?).
Entiendo también que no debería preocuparme y que esta partida ya la has ganado. He entrado en tu juego sin siquiera darme cuenta y ahora estoy perdida en uno de esos laberintos con muros muy altos y llenos de espejos dados la vuelta. Mi mundo es un caos. No sé salir y tampoco sé si quiero. ¿Dónde estás tú? ¿En el centro del laberinto o fuera muy, muy lejos?
Ya no te siento, no sé dónde estás ni a dónde quieres ir, estoy muy perdida. Por el momento me quedaré aquí en esta esquina, parece bastante segura...

Comentarios

Entradas populares