¿Amor? en tiempos de canis.

Supongo que todos podemos llegar a pensar que si conseguimos que el chico/a de turno nos mire nos sentiremos mejor (¿más guap@s? ¿más list@s? ¿nos va a brillar más el pelo?)... Qué estupidez, ¿sabéis por qué? Porque en realidad no vamos a conseguir más que eso: que el chico/a de turno nos mire.
Pero analicemos esa mirada; probablemente sea una caída de ojos, porque el chico/a del que estamos hablando es (seguramente) el tío/a más "guay" que nos podamos encontrar, el más chulito/a del barrio (lo demuestran los pendientes y los piercings en lugares insospechados y las crestas de gallo que llevan para... ¿para qué?), tras esa mirada, que normalmente conllevará una sonrisa picarona, si ha considerado que a) tienes buenas tetas o b) estás follable, y una cara de asco si ha decidido que no entras en su (amplísimo) margen, llegará la segunda parte. Si has entrado dentro de sus cánones de belleza pokeril, canil, barriera o como queráis llamar a gente que tiene que andar con cuidado para que no se le caigan los pantalones al suelo, ni se le vuele la gorra, o en el caso de que sea una tía que no se le corran los tres kilos de pote que lleva en la cara o se le salga el relleno del sujetador, entonces y solo entonces, os hará un leve y sutil movimiento con la cabeza, para que te acerques, o, en su defecto, se acercará él/ella moviéndose al "ritmo" de la "música" de su móvil. Cuando estéis cerca comenzará el cortejo, que por otra parte tampoco es muy profundo ni romántico: "eh, tú, guap@, ¿vamos a los matorrales o a un sitio oscuro donde se nos vea menos?" (Lo bueno de hablar con los canis es que tu, mentalmente, puedes olvidarte de que si te lo tuvieran que escribir te sacarías los ojos antes de llegar a un matorral y le llevarías de la mano a un sitio muy, muy luminoso, pero no porque no te interese ver al pavo en cuestión sino para enseñarle las vocales y los usos de la hache).
Siguiente parte: si has sobrevivido a todas las anteriores y estás lo suficientemente borracho para considerar a esa chica un guepardo como posible presa, o que no te interese saber si el chico que te está arrastrando por el brazo sabe escribir "arrastrar" o "brazo" o simplemente su nombre, entonces os liaréis. No será nada romántico: habrá saliva y movimientos de brazos extraños, por tu parte probablemente sea causa del alcohol, por la suya... no lo sé, ni tengo intención de estudiar su comportamiento.
Cuando os hayáis cansado y paréis el chico/guepardo no va a querer volver a mirarte. En serio, ni mirarte.
Al menos hasta el próximo botellón, en el que, si tienes suerte, has aprendido del anterior y reduces tu consumo de alcohol, o te buscas a alguien del que tengas seguro que puede pasar un reconocimiento médico.