Te quiero




Desde pequeña me enseñaron que lo peor que podía hacer una niña buena era mostrar sus sentimientos.
Enciérralos. Échales la llave. Mételos en otra caja más grande. Vuelve a cerrarla. Tírala al mar.
Olvida todo lo que alguna vez ha sido tu sueño. Miente. Miente. Miente a los demás. Miéntete a ti misma. Oculta que alguna vez ha habido en ti un atisbo de felicidad, de ésa que a ellos no les gusta, de ésa que, si ellos la descubriesen tildarían de amoral, simplemente porque les da envidia o porque no la entienden, o porque tienen miedo de no ser nunca tan felices como tú. Tienen que reprimirte para no sentirse vacíos. Y tú sólo funcionas como un interruptor de la luz. Te abren, te encienden, te dan alas, sólo por un momento, y en el instante mismo en el que has descubierto el amor puro, ése tan difícil de encontrar, te apagan. Con un golpe seco. Con prisas. Sin cariño. Sin siquiera pensar que a ti te pueda doler. Sin siquiera poder imaginar que te han fundido por dentro, y que nadie nunca les va a iluminar igual.
Socorro. Auxilio.
Te sigo queriendo

Comentarios

  1. Precioso... y también muy realista. Es duro vivir en el día a día teniendo que esconderte, como si fueses tú el raro... cuando son todos ellos, que son infieles a sí mismos constantemente...

    Ojalá te recuperes pronto... te deseo lo mejor de corazón.

    Un beso.

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