Usted se encuentra aquí.

Siempre me han hecho gracia los carteles que indican dónde te encuentras, porque reflejan el mundo. Quizá nunca os habéis parado a pensar en ellos, aunque estén en todas partes, en los centros comerciales, colegios, institutos, o salidas de metro. Gracias a ese pequeño mapa, nos situamos y conseguimos encontrarnos a nosotros mismos, conseguimos salir o entrar, o hacer cualquier cosa que fuéramos a hacer, conseguimos no perdernos, y tener esa sensación de control que todos necesitamos aunque sea por ese ínfimo instante: ''Ahh, estoy aquí...''.

Son tan útiles... que a veces pienso si podríamos ir un paso más allá y crear cartelitos para encontrar nuestro corazón: ''Su corazón se encuentra aquí'' y una flechita fluorescente. Eso nos resolvería infinidad de problemas. Lo malo es que probablemente no nos gustaría lo que veríamos, porque quizá nos daríamos cuenta que nuestro corazón está dividido en miles de pedacitos, y que una parte se encuentra con tu madre, otra con el panadero, otra con el chico que acaba de pasar a tu lado, y una muy grande contigo mismo, y que quizá incluso esa parte sea más grande que la que está con tu novio de turno.
Quizá por eso, y para no provocar más incertidumbre, es por lo que decidieron sólo situar nuestro cuerpo físico.
¿Pero qué somos nosotros? ¿Qué queda de nosotros si no sabemos dónde está nuestro propio corazón?